Desde el mes de marzo las medidas de emergencia sanitaria y de restricciones de movilidad han sido indispensables para limitar la expansión e impacto de la pandemia de COVID-19, sin embargo éstas no han sido acompañadas de acciones que garanticen que todas las personas puedan mantenerse en casa sin arriesgar su salud, ingresos, alimentación o incluso que miles caigan en situación de pobreza (3 millones de empresas y 28 millones de personas que laboran en los sectores clasificados como actividades no esenciales podrían ser afectadas).
Ante un panorama donde muchas de estas personas sufren carencias sociales:
- 10 millones se encuentran en pobreza por ingresos
- 16 millones no cuentan con acceso a la seguridad social.
- 5.4 millones padecen inseguridad alimentaria moderada o severa.
- 3.7 millones no cuentan con agua, drenaje o electricidad en su vivienda
Oxfam México lanza “Vivir al día: medidas para combatir la epidemia de desigualdad en México”, una serie de propuestas que buscan atender tres crisis simultáneas: una sanitaria, otra económica y otra social.
Para hacer frente a la crisis económica, Oxfam México propone:
- Proteger el empleo de las personas con seguridad social a través de un subsidio a las empresas condicionado al no despido de ningún trabajor o trabajadora. Dependiendo del monto y modalidad, calculamos que el costo de esta acción por tres meses sería entre 115 mil y 326.5 mil mdp.
- Apoyar directamente a personas sin seguridad social con una transferencia directa. Si se otorga el apoyo por tres meses, el costo sería de entre 37.4 mil y 73.1 mil mdp.
Dado que el principal reto de la crisis sanitaria y social es blindar a grupos prioritarios, es decir, a quienes menos tienen y/o personas que históricamente han sido excluidas (personas migrantes, refugiadas y solicitantes de asilo; pueblos indígenas; afrodescendientes; la comunidad LGBTTTIQA+; personas con discapacidad; personas con empleos precarios y mujeres que viven violencia) la propuesta es:
- Asegurar el acceso a servicios de salud, saneamiento y agua de manera gratuita y sin discriminación pues, en México solo el 69% de la población cuenta con agua cuando la necesita;
- Implementar programas en zonas rurales para la promoción de la salud pública que mejoren el conocimiento y las prácticas de higiene, particularmente el lavado de manos
- Asegurar la difusión de información confiable, oportuna y accesible para todas las personas (perticularmente hablantes de lenguas indígenas y personas con discapacidad) respecto a qué es el COVID-19, qué medidas son necesarias para prevenir el contagio y cómo es el acceso a la atención médica, entre otras necesidades.
- En colaboración con la sociedad civil, es necesario que los gobiernos federal, estatales y municipales expandan las capacidades de servicios de cuidados dirigidos a grupos en situación de vulnerabilidad.
- Destinar más recursos a los programas contra la violencia de género.
“Desde Oxfam México, hacemos estas propuestas conscientes de que es urgente atender las crisis que hoy vivimos”, dijo Ricardo Fuentes Nieva, Director Ejecutivo de Oxfam México.
“Si nuestro país tuviera un sistema de seguridad social, salud y cuidados financiado con impuestos progresivos, tendríamos una emergencia sanitaria, pero no peligraría el bienestar y la seguridad de millones de personas en nuestro país”, concluyó
El gobierno federal ha anunciado créditos para apoyar a empresas y a personas trabajadoras, así como una expansión de los programas sociales prioritarios. Estas medidas son importantes, pero insuficientes. Si no se actúa con políticas más agresivas, la pobreza y la desigualdad aumentará y este panorama podría generar una crisis humanitaria.
Para evitarlo, es necesario implementar medidas más ambiciosas que más allá de recuperación económica para las personas, dejen de propiciar condiciones de desigualdad extrema.