El arte huichol es un atractivo turístico en el occidente de México, pero también se ha convertido en una tendencia mundial, sin embargo una de las principales aportaciones es su sentido de la espiritualidad, dice el especialista Ricardo Haddad Musi.

Las obras monumentales decoradas con millones de chaquiras que protagonizan exposiciones en museos, eventos deportivos e incluso en hoteles, se han vuelto un símbolo no sólo de la cultura wixárika, si no también de nuestro país.

A su vez, cuadros de estambre, con la simbología de los wixaritari, son exhibidos en prestigiados recintos a nivel internacional, y son valuados en miles de dólares debido al gran valor que se da a las piezas.

El significado de las expresiones artísticas tiene su origen en la cosmovisión de esta etnia, pues “hay mucha espiritualidad en el arte huichol”, afirma Ricardo Haddad.

Esto se debe a que son personas con un alto nivel de conciencia, que viven en conexión consigo mismos, con su comunidad y con la naturaleza.

Precisamente, su aprecio por el entorno les llevó a instituir rituales de agradecimiento a la madre tierra por proveerles de todo lo necesario para vivir.

Ricardo Haddad comenta que esa filosofía se transforma en escritura, por medio de símbolos y colores, a través de la cual los wixaritari nos cuentan las visiones que tienen al consumir el peyote.

De hecho, el consumo de este cactus, endémico de México, tiene únicamente una función sagrada para el pueblo Wixárika, pues lo usan en los rituales ancestrales para limpiar y sanar el espíritu.

Es justamente a través de esas revelaciones que comenzaron a considerar a los elementos naturales como deidades y que instauraron sitios sagrados para llevar sus ofrendas.

Esos lugares son cinco, y se encuentran en San Blas, Nayarit, Chapala, Jalisco, Wirikuta, San Luis Potosí, Cerro Gordo, Durango y en la Sierra Huichola.

En los rituales anuales los wixaritari piden por la vida, la salud, la familia, y por que no les falte qué comer. Además, expresan a las deidades el agradecimiento, pues sin el sol, la tierra, el aire, el fuego o el agua, no sería posible su existencia. Todos estos elementos están presentes en el arte huichol, es por eso que Ricardo Haddad Musi nos invita a adentrarnos en la cosmovisión wixárika, para comprender los mensajes que esta etnia milenaria generosamente nos transmite.