Uno y otro día, muchos sectores de la población se siguen preguntando lo que significa lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quiso decir cuando dijo que la pandemia del COVID-19 le venía “como anillo al dedo” que no es otra cosa que una condición resulta adecuada para tomar una decisión o para actuar frente algún problema o situación, de aquí incontablemente se han escrito referencias sobre esas palabras que se emitieron en una mañanera. De aquí que el Coronavirus ha servido para mantener en la discreción otros temas que ya lastimaban a la Cuarta Transformación. Y ahí está la lista de los delicados problemas que enfrenta el país. Inseguridad, económico, social por la exigencia de más garantías para las mujeres, que uno y otro día sufren de agresiones a su persona, paridad peso-dólar, precio del petróleo, migración, ruptura con algunos empresarios y otros que ya se acumulaban al inicio del 2020.
Pero también le ha permitido a la 4T continúan con su proyecto que dice prometió en campaña, y ahí está la aprobación la Ley de Amnistía, aún en el confinamiento de la pandemia. Por ello esta semana avanza uno que la oposición considera que dará más poder al ejecutivo federal, pues
podrá hacer con el dinero público lo que quiera, actuando de manera discrecional, opaca y sin rendirle cuentas a nadie, y extirpará a la Cámara de Diputados, atribuciones para la aprobación del Presupuesto. El proyecto ya avanza en la Junta de Coordinación Política (Jucopo) que ha acordado instalar un periodo extraordinario de sesiones para tratar la iniciativa enviada para reformar la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, donde se solicitará a la Comisión Permanente, que se instalará el próximo 30 de abril, convocando a un periodo extraordinario de sesiones para que el martes 5 de mayo se discuta y vote en el pleno de San Lázaro la iniciativa del Ejecutivo federal.