Aunque usted, tenga muchos o pocos amigos, recuerda ¿en qué circunstancias los conoció? Hay infinidad de formas de tener una amistad, sin embargo, en esas amistades al menos hay algunas que han surgido de la ‘nada’.
Típico le presentan a una persona y antes de que la otra persona diga algo, usted ya sabe que se llevarán bien, ya que ese tipo de conexiones surgen como un flechazo de enamoramiento, a primera vista.
El psicólogo y miembro del Colegio de Psicólogos de Madrid, Juan Cruz afirma que “el ser humano es sociable por naturaleza y necesita la amistad, desde que nacemos, durante todo el proceso de la vida, hasta que nos hacemos mayores”
De acuerdo con un estudio publicado por la Universidad Estatal de California, las amistades y las relaciones románticas se encuentran en el mismo “terreno”, una conexión emocional y psicológica entre dos personas.
Mientras que la Universidad de Nueva York indicó que cuando vemos a alguien nuevo en el cerebro se activan tres zonas (la amígdala, el córtex prefrontal y el córtex cingular posterior) que de alguna forma “nos anticipan” qué tal nos llevaremos con ese individuo.
“Cuando conocemos a alguien, se produce una alteración en diferentes neurotransmisores, lo que provoca que tengamos una impresión muy rápida sobre si esa persona es la que más adecuadamente encaja con nosotros”, señala el neurólogo, Pablo Irimia.
Además nuestra memoria juega un papel de suma importancia, ya que -como dice el psicólogo Juan Cruz- “cuando recuerdas experiencias positivas con seres queridos y te encuentras a personas con características similares, el cerebro lo asocia con ellos. Y sentimos esa afinidad. Eso ocurre en décimas de segundo”.
JZCD
