Mujeres: asignatura pendiente

A cien años de inicio del movimiento feminista, las mujeres hemos visto pocos avances y muchos pendientes en la agenda de la igualdad sustantiva. Ser mujer, en cualquier país del mundo, sigue reclamando el doble de esfuerzo en ciudadanía, empleo y labores domésticas que lo que se pide a cualquier hombre.

Y aunque ha habido avances en representación política, la igualdad laboral es la asignatura pendiente que con mayor urgencia tenemos que enfrentar.

Todavía hoy, hay mesas académicas o políticas que no incluyen la voz de ninguna mujer. Las afirmaciones sexistas se minimizan y el lenguaje incluyente sigue molestando a los puristas de la gramática.

De acuerdo con datos de la OCDE, en la mayoría de los países de todas las regiones del mundo, las mujeres trabajamos más que los hombres.  La idea no me sorprende pues las mujeres debemos trabajar el doble que los varones para lograr los mismos niveles de salario, reconocimiento e influencia. Lo he visto cada día y todos los días.

Las cifras del informe señalan que, en promedio, el 52% del trabajo mundial es creado por mujeres frente a un 48% realizado por varones. Además, el informe reporta que el 31% del trabajo de cuidado no remunerado lo realizan mujeres. Y por si esto fuera poco, los empleadores no dejan de penalizar la atención que reclama el cuidado para las familias.

Además, el informe enfoca dos problemas en el desarrollo de las capacidades de las mujeres: la asimetría en el pago salarial –menor remuneración por el mismo trabajo; en Latinoamérica la brecha salarial ronda el 51%– y el trabajo de cuidado no pagado.

Las cifras muestran que las mujeres estamos más preparadas académicamente que los hombres; a pesar de esto, el 96% de las posiciones de liderazgo las ocupan varones. A este fenómeno hay que añadir la disparidad salarial que vivimos las mujeres: se nos paga como doctoras no como doctores. En México, por ejemplo, tendríamos que trabajar 120 días extras por año para igualar el salario de un varón en el mismo puesto.

Es devastador saber que la brecha de oportunidades y derechos entre hombres y mujeres tardará 118 años en cerrarse. Lamentablemente, ninguna de nosotras tiene tantos años por delante.

Los mejores países para vivir siendo mujer son: Islandia, Finlandia y Suecia. Reino Unido ocupa la posición 28; España se sitúa en el 25; Estados Unidos es el lugar 28 mientras que Canadá es el número 30.

México ocupa el lugar 71 de 145, situación que no sorprende: en el país hay una sola gobernadora, dos ministras en la Suprema Corte de Justicia de la Nación; ocupamos solamente el 32% de los puestos de investigación en áreas motoras del desarrollo, de acuerdo con datos de Forbes.

En las elecciones, el voto femenino inclina las balanzas; en las próximas elecciones, exijamos a las candidatas y los candidatos una agenda puntual para revertir la desigualdad de las mujeres. No merecemos menos.

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@ValHumanrigther

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