Por: Cristian Rojas

Viajar es uno de los mayores placeres de la vida, y resulta ser mejor cuando lo haces en auto propio; en lo personal, considero, no existe nada mejor que evitar el estrés de las terminales de avión o autobús o incluso los retrasos que ocurren por distintos motivos.

Al viajar fuera de la Ciudad de México es inevitable, dadas las condiciones geográficas, circular autopistas repletas de montañas. Uno de los peligros en la autopista es la neblina, y aunque en los caminos aledaños a la Ciudad es poco usual manejar con dicha condición, es importante saber lo que se debe hacer en caso de.

El primer paso, es mantener encendidas las luces bajas y en caso de que tu vehículo tenga faros antiniebla, utilízalos. ¿Por qué no usar las altas? En estas condiciones, la visibilidad se reduce y la luz alta se refleja en lugar de iluminar; caso contrario con la luz baja, la cual permite iluminar una pequeña porción del camino.

En segundo lugar es importante utilizar las líneas continuas y discontinuas de la carretera como guía, además de mantener una velocidad constante. No obstante, de igual modo es crucial mantener el desempañador limpiaparabrisas ajustados debidamente.

Por otra parte, es fundamental guardar distancia considerable en relación con otros vehículos Ya que, en caso de siniestro, habrá tiempo para frenar adecuadamente. De igual modo, es muy importante mantenerse en un mismo carril (lateral preferentemente), ya que la nula visibilidad impide ir a alta velocidad

Por último pero no menos importante, mantén la calma y en caso de que la visibilidad sea nula, busca un lugar en donde orillarte y esperar algunas horas hasta que la neblina se disperse y puedas continuar tu camino.

Opcionalmente y a modo de indicador de posición a otros conductores, las luces de emergencia pueden mantenerse encendidas.

Recuerda, es mejor mantenerse a salvo que arriesgarse a un percance.