Presidente de Cataluña busca legitimidad para declarar independencia

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, trata de ganar tiempo y al menos un mínimo de legitimidad de cara a la declaración unilateral de independencia que el Parlamento catalán podría aprobar en próximos días.

El dirigente nacionalista ofreció este lunes al presidente del gobierno español Mariano Rajoy dialogar sobre el futuro de Cataluña (noreste de España) tras la consulta de independencia realizada el domingo y que no reconoce el Estado español, que lo trató de evitar con el uso de la fuerza.

El gobierno catalán informó que dos millones 662 mil 424 catalanes (de los 5.3 millones convocados al referéndum) acudieron a las urnas y de ellos dos millones 20 mil 144 dieron el “Sí” frente a 176 mil 566 que votaron por el “No”.

Mientras el propio Rajoy aseguró que eso no es un referéndum, Puigdemont avisó que entregará los resultados de la consulta al Parlamento de Cataluña para que avance en la declaración de independencia, como lo establecen las Leyes que aprobó para esta consulta.

Según esa legislación, tras conocerse los resultados el Parlamento podría en un plazo de 48 horas aprobar la declaración de independencia, lo que es el último asalto de un pulso con el gobierno en el que ninguna de las dos partes quieren ceder.

Sin embargo, Puigdemont evitó este lunes concretar cuándo enviará los resultados al Parlamento y cuándo su grupo parlamentario (Juntos por el sí, que junto con los anticapitalistas de la CUP suman mayoría absoluta) van a proponer la fecha de votación.

“No es el gobierno catalán el que anuncia la independencia. Se deberá hacer todo el procedimiento que corresponde al Parlamento”, dijo el líder nacionalista.

De forma paralela, pidió la mediación internacional entre los gobiernos de Cataluña y de España, para tratar de encontrar una salida a la actual crisis creada por la convocatoria de referéndum en septiembre pasado y las posteriores medidas jurídicas y judiciales para tratar de impedirlo.

En concreto, Puigdemont cree que la brutalidad policiaca registrada el domingo en algunos colegios electorales cuando los cuerpos de seguridad trataron de impedir las votaciones, es motivo para que la Unión Europea (UE) de implique “y deje de mirar a otro lado”.

Aclaró que tener un diálogo con Rajoy no implica que vaya a retirar su plan independentista, que aseguró se debe a “la voluntad popular mostrada en la consulta, cuyo resultado debe hacer que seamos escuchados y respetados”.

Por un lado, la petición en caso de ser aceptada por una mediación internacional colocaría al plan independentista en un estatus que va más allá de “asunto interno de España”, como lo suelen calificar en instituciones europeas, y con eso hacer que reciba una dosis de legitimidad internacional.

Asimismo, esa mediación haría que el gobierno de Rajoy diera a la demanda de independencia un trato político como hasta ahora se ha negado a hacerlo, y de eso también se beneficiaría el presidente catalán.

La propuesta del Puigdemont se mezcla con el hecho de que este martes habrá una huelga general en Cataluña, y el gobierno así como el Parlamento aparcarán los preparativos de la declaración de independencia.

El grupo parlamentario del que Puigdemont es parte podría proponer el miércoles en la cámara que sea vienes o lunes cuando se realice el pleno en que se debatan lo resultados del referéndum, lo que determinaría cuándo se aprobaría la declaración unilateral de independencia.

En ese caso, la estrategia de Puigdemont además de legitimidad ganaría tiempo pues sabe que llegar a la aprobación parlamentaria sin nada de ello aceleraría las consecuencias legales que podrían derivarse en su contra por impulsar el proceso secesionista.

NTX

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