Seminario de proyecciones y perspectivas económicas 2018

 

“Cualquiera que diga que los negocios se basan en hechos y no en ficción nunca ha leído proyecciones de hace 5 años.” Malcolm Forbes, empresario estadounidense.

 

La semana pasada se llevó acabo en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, el “Seminario de Perspectivas Económicas 2018”, con el subtítulo “Retos y oportunidades para el próximo sexenio”.

 

Como es habitual, tuvieron presentaciones el Secretario General de la OCDE,José Ángel Gurría, el Gobernador del Banco de México Alejandro Díaz de León, el Secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya; así como la presencia en paneles de la Comisionada Presidente de la Comisión Federal de Competencia Económica, Juan Pablo Castañon del Consejo Coordinador Empresarial, un representante de KPMG, un representante de la Secretaría de Economía, así como analistas económicos y de temas comerciales; acompañados por supuesto por el rector y otros integrantes de la comunidad ITAM.

 

El tono de muchas de las presentaciones fue, en muchos sentido, (exageradamente) optimista. Sin embargo, de los mucho temas que se abordaron, por las implicaciones que pueden tener para las familias y las personas en sus finanzas, me parece importante destacar lo siguiente.

 

En temas relacionados con el intercambio comercial, en la perspectiva de Alejandra Palacios, se destacó que uno de los temas poco señalados pero potencialmente negativos, derivados de una posible cancelación del TLCAN, se refiere a la aplicación de aranceles en importaciones que realiza México de Estados Unidos, particularmente en productos que relevantes para el consumidor mexicano como el frijol y el pollo, cuya imputación sin tratatdo, implicaría la aplicación de aranceles que elevarían en más de 20% el costo actual del producto en el mercado nacional.

 

Ello tendría un evidente impacto para los ingresos de las familias y por ello obligaría a cualquiera de dos caminos: o alguna cancelación unilateral de los aranceles aplicables a esas importaciones, para no afectar a los consumidores mexicanos y/o, a la búsqueda de nuevos países que provean de esas importaiocnes a México, lo que al mismo tiempo serviría como mecanismo de presión hacia EUA, especialmente hacia estados específicos de ese país cuyas exportaciones de esos productos a México constituyen una parte significativa de su comecio y su actividad económica en general.

 

Por su lado, el Gobernador del Banco de México destacó que el comportamiento de la inflación subyacente en 2017, refleja un cambio en los precios de los productos que está asociado, por un lado, al efecto de una depreciación acumulada muy importante del tipo de cambio y, por el otro, a los efectos relacionados con el incremento de los energéticos a principios del año pasado.

 

Señaló tres retos específicos para las economías emergentes en el entorno inmediato entre las que se incluyen México.

 

Una potencial reducción de los precios de materias primas con impactos en el la balanza comercial de los ingresos fiscales y en el crecimiento económico.

 

La continuación la normalización monetaria mundial, que implica el incremento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal, con el consecuente efecto sobre el alza de las tasas en México, y por último,

 

Las discusiones que existen nivel mundial, en términos de la revisión de los modelos de integración económica comercial; dentro de los que se inscribe la visión de renegociación o cancelación de los tratados comerciales, incluyendo el TLCAN.

 

Respecto de la inflación, el Gobernador destacó también que la inflación representa una afectación al crecimiento económico y el empleo y ello ha sido evidente en episodios inflacionarios en México, como los de principios de los ochentas y mediados de los noventas y, en mucho menor medida, también en la inflación de 2017.

 

Otra señalamiento importante fue que la inflación tiene un impcato mayor hacia la población de menor recursos, por lo que genera, en los hechos una redistribución negativa del ingreso afectando el poder adquisitivo.

 

Como relexión personal respecto de este último tema, es fundamental sostener la preocupación, por algunos olvidaba, de tener políticas en la siguiente administración que, de manera responsable, concilien la evidente necesidad de recuperación de los ingresos de las familias, sin generar desequilibrios que alimenten procesos inflacionarios, los que terminan por afectar a los que menos tienen, además de que generan entornos de incertidumbre que afectan a las empresas y el crecimiento económico en general.

 

 

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual, profesor de la Facultad de Economía de la UNAM, columnista en El Economista y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo. [email protected] – síguelo en Twitter @martinezsolares

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