Por Philippe Waechter, Director de investigación económica de Ostrum Asset Management, filial de Natixis IM
Al recortar su tasa de interés de referencia en 50 puntos base, la Reserva Federal indica su pesimismo a largo plazo. La grafica muestra que antes de dicha medida, todas las tasas de interés en EEUU estaban por debajo de la tasa de los fondos federales (esto no es un caso normal en el que las tasas a largo plazo estén por encima de las tasas a corto plazo).
La profunda caída a 1-1.25% (de 1.50-1.75%) indica que la Fed no espera que las tasas se recuperen rápidamente en un rango que podría ser consistente con el nivel de referencia anterior de la Fed.
En otras palabras, el banco central piensa que todas las tasas de interés seguirán en niveles bajos por un extenso periodo y ajusta su postura en política monetaria. Esto refleja la incertidumbre asociada con el coronavirus. No sabemos cuándo tendremos una vacuna disponible y /o si el final del invierno acabará también con la epidemia. Hay dudas en ambos elementos, notablemente en el segundo, ya que hay casos que se declararon en regiones cálidas del mundo. Por tanto, no parece ser algo específico del invierno.
Con esto en mente, significa que la Fed teme un panorama económico más débil en los próximos meses (¿una recesión?) y su medida es sólo para adaptarse a este nuevo entorno. Esto podría estabilizar a los mercados financieros en el corto plazo, pero si la incertidumbre persiste, no podemos anticipar una vuelta en U en el largo plazo.
Por tanto, no se trata de un impulse para la demanda, sino solamente de una forma de evitar la bancarrota para muchas empresas en EEUU.
Si esta gran incertidumbre persiste, debemos esperar tasas más bajas en el futuro y una nueva baja en la tasa de referencia de la Fed. La historia aún no termina.
Un punto interesante es que, en este entorno, la situación no puede ser gestionada por el banco central estadounidense. En tanto no exista una vacuna o en tanto el virus no haya desaparecido, la Fed será un seguidor y no un líder. La duda principal es cómo manejará la epidemia el Sistema de salud de EEUU. ¿Será necesaria una cuarentena? o ¿Cómo es que este Sistema sanitario será capaz de reunir toda su fortaleza para combatir al virus? Esto ya está afuera del perímetro de la Fed.