Siguen estimaciones a la baja, ahora BID, UBS y Barclays

El Banco Interamericano proyecta profunda recesión y PIB de -5%; recibió la crisis en estancamiento, subraya; el suizo ajusta de-3.5% hasta -7.6 % por débil respuesta al virus; el británico, -5% por arriesgada austeridad

México registrará este año una de sus peores contracciones económicas, debido al impacto del coronavirus Covid-19, una débil respuesta del Gobierno a la pandemia y la caída de la economía de Estados Unidos, su principal socio comercial, estimaron instituciones financieras internacionales.

El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) señaló que la crisis del Covid-19 tendrá un grave impacto en México, dada su estrecha asociación con Estados Unidos y su alta integración en la cadena global de valor, lo cual provocará una contracción de la economía de 5.0 por ciento este año y “una profunda recesión”.

“Se espera una contracción de la economía de 5.0 por ciento. Esta disminución está relacionada con una caída sin precedentes de la economía de Estados Unido”, señaló el organismo multilateral, al precisar que luego de una profunda recesión, México seguirá un patrón de recuperación similar al de 2009.

Indicó que los bajos precios del petróleo también repercutirán en la posición fiscal consolidada de México, aunado a que el país ha registrado aumentos relativamente pronunciados de los rendimientos de los bonos.

“México enfrentaría una importante contracción dada su estrecha relación con Estados Unidos, el bajo precio del petróleo y la caída del turismo”, apuntó en una nota país de México.

Refirió que si bien existe una gran dispersión de pronósticos para la economía mexicana en 2020, y si bien el Gobierno estima un rango de expansión de entre -3.9 por ciento y 0.1 por ciento, algunos analistas sugieren caídas mucho más agresivas y pronunciadas.

Dichas perspectivas van desde una caída de 8.0 por ciento estimada por Bank of America hasta una contracción de 2 por ciento, según S&P.

Se anticipa una fuerte caída de las manufacturas y del comercio minorista y mayorista, por el lado de la oferta, y una fuerte caída del consumo y de las exportaciones por el lado de la demanda.

En suma, refirió el organismo internacional, la economía recibió la crisis en estancamiento, luego de que el crecimiento de 2019 fue -0.1 por ciento y un comportamiento mediocre de las exportaciones, que cayeron 0.6 por ciento en el cuarto trimestre de 2019.

Sin embargo, ante una fuerte caída del consumo interno y de la inversión, es esperable que las exportaciones se conviertan rápidamente en el motor de la reactivación, siempre y cuando la recesión global y en Estados Unidos sea corta, y los mecanismos amortiguadores asociados a la flexibilidad del tipo de cambio operen normalmente.

En este mismo sentido, el banco de inversión suizo UBS también recortó la estimación del Producto Interno Bruto (PIB) de México para 2020, de una perspectiva previa de -3.5 por ciento a una contracción de 7.6 por ciento.

Ésta es la peor disminución anual que se haya observado durante la crisis de deuda de los años 80, la crisis del Tequila de 1995 o la crisis financiera de 2008-2009, afirmó este lunes en un reporte.

De acuerdo con la institución, hay dos factores clave para sus previsiones para México: sus economistas redujeron el crecimiento de Estados Unidos a -6.0 por ciento en 2020, y a que “la respuesta de la política mexicana al coronavirus se encuentra entre las más débiles del mundo”, refiere el documento.

De la misma manera, pronosticó que la economía mexicana se contraiga 13 por ciento anual en el segundo trimestre del año y disminuya 11 por ciento anual en el tercer trimestre.

UBS anticipó que la actividad económica de México comenzará a recuperarse en el segundo semestre de 2020, pero espera que ésta sea gradual.

“Nuestra estimación de crecimiento del 4.5 por ciento para 2021 aún dejaría a la economía lejos de los niveles de 2019 al final de nuestro periodo de pronóstico”, añadió.

Por otra parte, el banco de inversión británico Barclays calificó como “arriesgada” la estrategia de austeridad del Gobierno mexicano a fin de liberar recursos que le permitan hacer frente al Covid-19, pues la economía puede caer aún más.

El economista en jefe de Barclays para México, Marco Oviedo, comentó que los gobiernos latinoamericanos están ajustando las cuentas fiscales a la nueva realidad, la mayoría de ellos agregan estímu-los, excepto México.

“En México, el Presidente López Obrador ha rechazado la posibilidad de implementar estímulos fiscales adicionales en medio del choque pandémico”, agregó en un análisis.

Señaló que los esfuerzos del Gobierno mexicano se centrarán en contener los efectos negativos en las métricas fiscales, proteger el gasto social y apuntalar a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Además, el Presidente López Obrador ordenó una disminución del 50 por ciento en todos los gastos en servicios generales y gastos operativos para “liberar recursos para hacer frente a la pandemia”.

“En nuestra opinión, ésta es una estrategia muy arriesgada. Si la economía cae aún más, los ingresos fiscales se verán afectados y los gastos disminuirán, lo que empujará el crecimiento aún más hacia abajo”, añadió el especialista de Barclays, institución que estima una caída de 5 por ciento para la economía mexicana este año.

“Es muy difícil ver un cambio en este enfoque de austeridad, ya que es una pieza central de la ideología de López Obrador. Por lo tanto, la política fiscal podría dañar aún más el crecimiento”, opinó Oviedo.

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