Informe a la SEC. La empresa mexicana redujo de 56 mil a 5 mil 300 barriles el combustible hurtado en 2019; acepta que la creciente actividad de organizaciones criminales puede afectar su operación.

La creciente actividad criminal que ha experimentado el país y el ataque a sus instalaciones son factores de riesgo para la rentabilidad de Petróleos Mexicanos (Pemex), según reportó la propia empresa mexicana a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC, por su sigla en inglés). 

“En los últimos años México experimenta un período de creciente actividad criminal, principalmente por las actividades de los cárteles de la droga y las organizaciones criminales relacionadas. Además, el desarrollo del mercado ilícito de combustibles en México ha llevado a aumentos en el robo y el comercio ilegal de los combustibles que producimos”, señala el documento. 

“Hemos experimentado un aumento en el robo y el comercio ilegal de los combustibles que producimos. Estimamos que el robo promedio de combustible ascendió a aproximadamente 2.6 mil barriles por día en 2019, una disminución del 84.7 por ciento en comparación con 20.7 mil barriles por día en 2018″.

En términos anuales la extracción ilegal de hidrocarburos, conocido popularmente como huachicoleo,  cayó 91%, “observamos una disminución significativa en la desviación volumétrica de productos de hidrocarburos de un promedio de 56.1 mil barriles por día en 2018 a 5.3 mil barriles por día en 2019”.

De acuerdo con Pemex, al cierre de 2019 el número de tomas clandestinas sumaron 13 mil 137 reportes, una reducción de 11.9 por ciento respecto a 2018, cuando se reportaron las vulnerabilidades a la red de ductos alcanzó 14 mil 910 incidencias. 

En el informe F-20 ante la SEC, al 31 de diciembre de 2019 las pérdidas resultantes del robo de combustible ascendieron a 4 mil 644.8 millones de pesos (mdp), una disminución de 89.2 por ciento, comparado con los 39 mil 388.1 mdp de 2018.

“El gobierno mexicano ha implementado varias medidas de seguridad y ha fortalecido sus fuerzas militares y policiales, y también hemos establecido varias medidas estratégicas destinadas a disminuir los incidentes de robo y otras actividades criminales dirigidas a nuestras instalaciones y productos”, señala el reporte anual.

Con la llegada de la nueva administración, se tomo la decisión de combatir el robo de combustible o huachicol, derivado del aumento de las cifras en el sexenio anterior y que de acuerdo con el director general de la empresa productiva del Estado, el volumen de combustible robado se redujo 91 por ciento en 2019. 

Sin embargo, Pemex señala que a pesar de estos esfuerzos, la actividad criminal continúa existiendo en México, algunos de los cuales pueden tener como objetivo las instalaciones y productos de la petrolera nacional. 

Por ello, menciona la paraestatal, han puesto especial atención “a 58 instalaciones identificadas que requieren prioridad, incluidas 39 terminales de almacenamiento y despacho, una de las cuales está ubicada en una terminal marítima, 12 estaciones de rebombeo, seis refinerías y un centro de control”, señaló.

“Estas actividades, su posible escalada y la violencia asociada con ellas, en un caso extremo, pueden tener un impacto negativo en nuestra situación financiera y resultados de operaciones”. 

El documento añade que como cualquier empresa integrada de petróleo y gas, están sujetos a varios riesgos que son comunes entre estas compañías, como  las fluctuaciones en la producción debido a riesgos operacionales, desastres naturales o clima, accidentes, etc; riesgos de equipos y de transporte.

  “Más específicamente, nuestro negocio está sujeto a los riesgos de explosiones en tuberías, refinerías, plantas, pozos de perforación y otras instalaciones, derrames de petróleo, huracanes en el Golfo de México y otros desastres y accidentes naturales o geológicos, incendios y fallas mecánicas”. 

Pero al igual que en el documento enviado el años pasado, la empresa señala que las operaciones están sujetas al riesgo de actos delictivos para desviar el petróleo crudo, gas natural o productos refinados de la red de tuberías, incluido el robo y la manipulación de la calidad de productos. 

“Hemos experimentado un aumento en el comercio ilegal de los combustibles que producimos y en la ‘extracción’ ilegal de nuestras tuberías, lo que ha resultado en explosiones, daños a la propiedad y al medio ambiente, lesiones y pérdida de vidas, así como la pérdida de ingresos por el producto robado”.

  De acuerdo con el documento en 2019, Pemex descubrió 10 mil 316 tomas ilegales en tuberías, mientras que el documento de 2018, enviado a la SEC en ese año se descubrieron 14 mil 910 tomas, además añade en este año que están sujetos al riesgo de que algunos empleados puedan participar en el mercado ilícito de combustibles. 

Pemex explicó que sus instalaciones están sujetas al riesgo de sabotaje, terrorismo y bloqueos, como a principios de 2017, cuando “experimentamos manifestaciones generalizadas, incluidos bloqueos,  por el aumento en los precios del combustible, lo que nos impidió acceder a algunas de nuestras terminales de suministro y causó escasez de gasolina”, lo que afecta negativamente el negocio, resultado de operación y condición financiera. 

Revocan reorientación del presupuesto

La Secretaría de Hacienda informó que a través de la Procuraduría Fiscal de la Federación obtuvo un fallo favorable que revoca la reorientación del presupuesto de proyectos prioritarios ante la crisis derivada de la pandemia. Luego de que la Cervecería Infinito promovió un juicio de amparo en Baja California, donde se emitió un acuerdo por el cual un Juez concedió una suspensión provisional para que el Presidente y otras autoridades tomaran las medidas necesarias para la protección de las fuentes de empleo ante la crisis. La medida fue impugnada por la Procuraduría al estimar que entre otros motivos, incluso había afectación de facultades exclusivas, discrecionales y soberanas del Presidente de la República y del Congreso de la Unión.

Con información de: MILENIO