Estados Unidos acordó una suspensión de cuatro meses de los aranceles de represalia impuestos a productos británicos como el whisky escocés por una fila de subsidios para aviones de larga duración, y ambas partes se comprometieron a aprovechar el tiempo para resolver la disputa.
La administración estadounidense bajo el expresidente Donald Trump había impuesto aranceles a una variedad de alimentos, vinos y licores de la UE, incluido el whisky escocés, que según la industria había puesto en riesgo su futuro.