Ventilan opacidad en contrato de limpieza de la SSPC

Luego de que alegara motivos de “seguridad nacional”, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) adjudicó de forma directa un contrato para realizar la limpieza de sus instalaciones durante el año 2020, sin embargo, para realizarla cotizó el servicio con tres compañías que están vinculadas entre sí.  Una investigación de Proceso señala que la limpieza de sus instalaciones incluía áreas estratégicas, por lo que se optó por la adjudicación directa con un monto mínimo de 11 millones 200 mil pesos y un máximo de 28 millones de pesos. 

El contrato inició cuando Alfonso Durazo era titular de la dependencia, pero incluso hoy día sigue vigente bajo el mando de la secretaria Rosa Icela Rodríguez.

En la “Justificación para la procedencia de no celebrar licitación pública. Servicio de limpieza en los inmuebles de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana” -dada a conocer el 17 de abril- se ponen sobre la mesa los costos consultados a tres empresas diferentes, sin embargo, en ellas fueron halladas mínimas diferencias en sus propuestas.

Por un lado, Gott und Glück calculó montos mensuales unitarios equivalentes a 26 mil 796 pesos; la empresa Decoaro y Supervisión hizo lo propio por 26 mil 849 pesos; y Tripallium consideró un monto ascendente a 27 mil 840 pesos.

Todos ellos tomaron en cuenta puestos de supervisor operativo, supervisor concentrador y personal operativo o de intendencia. Sin embargo, Proceso señala que hay más similitudes, pues Enrique Gómez Mandujano no sólo se ha presentado como Director de Gott und Glück en diversos contratos -entre ellos ante la Policía Federal, el Servicio de Administración Tributaria e Instituto Nacional de Migración-, sino que en el 2010 también se acreditó como representante legal de Tripallium en un proceso de inconformidad que la compañía inició contra la adquisición del servicio en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, identificada con el número LPNM-00620001-005-10.  Curiosamente su hermano, Ricardo José Gómez Mandujano, también figuraba como accionista de Tripallium.

A la lista se suman también las “coincidencias” en cartas de recomendación de su personal emitidas por  Tripallium, Decoaro y Supervisión y Gott und Glück, en donde se aprecia la misma redacción y hasta dados de mismos empleados, como fue el caso de Alberto Gasca, quien fungió como presunto supervisor en las tres empresas.

Cabe apuntar que para la adquisición del servicio existe un Contrato Marco elaborado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en donde se estipulan los requisitos que los interesados en participar como posibles proveedores de concursos públicos deben apegarse. No obstante se halló que, pese a que la empresa Tripallium nunca ha estado inscrita, fue llamada por la SSPC aún cuando se sabía que no haría una licitación de carácter pública.

En la Justificación se detalla que en caso de realizar un concurso por invitación restringida, se pondría en riesgo la seguridad e integridad de los  servidores públicos que ahí laboran, de las instalaciones y de los documentos que ahí se resguardan.

De igual forma, se leía la preocupación de que la proveedora de servicios elegida conociera la ubicación de las armerías, estacionamientos de vehículos especiales y tácticos, y detalles sobre el ingreso a los inmuebles.  Aunque Tripallium no se quedó con el contrato sí lo hizo Gott und Glück, sin embargo, el convenio contemplaba los servicios del 7 de mayo al 31 de diciembre de 2020, pero fue modificado y extendido hasta el 31 de marzo.

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