Una larga cola de clientes que salen corriendo por la puerta de casi todos los KFC ha sido un espectáculo navideño perenne en Japón, pero las reglas de distanciamiento social COVID-19 que desalientan las líneas y colocan condiciones estrictas para cenar están amenazando la costumbre.

Este año, KFC Holdings Japan, el licenciante nacional del Yum! La franquicia Brands Inc, está empujando a los clientes a hacer pedidos en línea y luego recoger su pollo en un momento determinado, en lugar de formarse en las colas tradicionales.

El período previo a la Navidad es la semana de ventas más grande de la compañía y espera que la medida ayude a mantener esos ingresos, que cayeron el año pasado de un récord, y permita a los clientes mantener una tradición que se remonta a la década de 1970.

Mientras que solo alrededor del 1% de la población de Japón es cristiana, se han adoptado los aspectos comerciales de la fiesta.