En el mismo escenario donde Luis Enrique se atrevió a sentar a Leo Messi y Neymar, el 4 de enero de 2015, este domingo Xavi Hernández dejó por primera vez de inicio en el banquillo a Jordi Alba desde que empezó su etapa como entrenador del Barcelona, provocando que el equipo se quedase sin ninguna ‘vaca sagrada’ en el terreno de juego del Real Arena, porque a su lado también estuvo Gerard Piqué, mientras que Sergio Busquets cumplió sanción.
Hace siete años, la decisión de Luis Enrique comportó una crisis que llevó a la convocatoria de elecciones por parte de Josep Maria Bartomeu y a un triplete; esta vez la decisión forma parte de un relevo generacional que por fin se ha ejecutado este verano en el equipo azulgrana y que, de momento, no ha causado ningún incendio.
La suplencia de Jordi Alba llegó después de que el lateral izquierdo completase una actuación muy discreta en el estreno liguero ante el Rayo Vallecano (0-0) y que Alejandro Balde, quien fue titular ayer domingo ante la Real Sociedad, pidiese paso con su prometedor rendimiento durante la pretemporada.