El precio promedio de la Canasta Básica Alimentaria (CBA) en México ha experimentado un aumento significativo, alcanzando los $1,849.24, con una variación al alza del 1.08% en comparación con el mes anterior, lo que representa un aumento promedio de $19.84. Este incremento ha sido especialmente notable en algunos estados como Nuevo León, Tamaulipas, Campeche, Zacatecas y Baja California Sur.
Este fenómeno inflacionario se atribuye a diversos factores, entre ellos la sequía, la inseguridad, el alto costo de la energía y la sobrerregulación prohibicionista en el mercado. La sequía, exacerbada por el cambio climático, afecta la producción agrícola y contribuye al encarecimiento de los alimentos. Por otro lado, la inseguridad en la cadena de producción y suministro, impulsada por la violencia de pandillas, aumenta los costos logísticos y de seguridad, lo que se refleja en los precios finales para el consumidor.
Además, los transportistas de carga federal han iniciado protestas en todo el país, exigiendo seguridad al gobierno federal debido al riesgo que enfrentan en las carreteras. Esta situación va más allá del robo de mercancía y vehículos, ya que ahora los choferes también están siendo atacados, lo que ha generado una crisis en el transporte de carga y ha contribuido al alza de precios.
El factor energético, incluido el costo de la gasolina y el diésel, así como el de la energía eléctrica, también impacta en los precios de los alimentos al encarecer la logística de traslado y suministro. Por último, la sobrerregulación del mercado, con normas restrictivas impuestas por diversos niveles de gobierno, complica aún más la situación al aumentar los costos y dificultar la venta y compra de productos.
Ante esta situación, la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC) ha expresado su preocupación y ha instado a un análisis profundo de los factores que influyen en el encarecimiento de los alimentos. Los pequeños comerciantes se comprometen a contribuir para encontrar soluciones que permitan ofrecer precios más accesibles para la población, en un esfuerzo por mitigar el impacto de la inflación alimentaria en la economía familiar mexicana.