Después de una larga trayectoria al alza, al inicio de la semana las bolsas de EUA, Europa y Asia enfrentaron caídas importantes. Igualmente, la bolsa mexicana resintió los efectos de mayor volatilidad y nerviosismo a raíz de una creciente expectativa de inflación en países desarrollados que podría llevar a incrementos más acelerados en tasas de interés. Así, los principales índices bursátiles de los EUA acumularon pérdidas en los dos primeros días de la semana por 2.2%, las bolsas europeas cayeron casi 4% en promedio mientras que en Asia las principales plazas mostraron caídas superiores al 6%. En México, el IPC de la bolsa local hoy tuvo una caída de 2.4%.
El peso también registró una mayor volatilidad en un rango entre 18.6 y 18.9 por dólar durante el día. En lo general, la mayor a volatilidad llevó a una búsqueda de activos seguros, lo que generó una apreciación del dólar. Así, el DXY ha tenido una apreciación de 1% en los pasados dos días, en contra de la tendencia acumulada en meses recientes. Entre las monedas emergentes, el peso se comportó en promedio con sus pares, depreciándose al cierre 0.4% vs. la moneda verde comparado con su valor del viernes.
El INEGI publicó el día de hoy datos de la inversión durante noviembre; destaca una importante contracción. Este componente ha sido uno de principales lastres de la economía el último año y medio; las cifras de noviembre apuntan a que en el corto plazo continuará una tendencia similar. La reducción de la inversión total de -4% frente al año anterior se explica por un descenso en las compras de bienes de capital de -1.1% y una contracción de la construcción de -6.5%, resultado de una fuerte caída tanto en la construcción residencial (-7%) como en la no residencial (-6%).
Finalmente, la confianza del consumidor durante enero también reporto malos resultados. En el agregado, una caída de 3.1% con respecto a diciembre. Cuatro de los cinco componentes del índice cayeron, destacando las percepciones sobre la situación económica actual y futura del país, -2.4% y -2.2% respectivamente, así como las posibilidades actuales de compra de bienes duraderos, -1.6%. De los diez índices complementarios, los mayores retrocesos involucran consumidores que ven menores posibilidades de vacacionar en los siguientes doce meses (-11.3%) y esperan que los precios aumenten más también en los próximos 12 meses (-8.9%), Al parecer incidió fuertemente una mayor preocupación sobre la inflación, a pesar de que a tasa anual ésta probablemente bajó a niveles de 5.5% desde 6.8% en diciembre. También se percibe un sentimiento económico adverso aun cuando el PIB repuntó fuerte en el último trimestre del 2017. Estos resultados podrían estar anticipando un menor dinamismo del consumo privado al inicio del 2018.
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