El presidente Joe Biden calificó el martes de la migración como un “desafío hemisférico” compartido en una reunión con el líder de México, su último esfuerzo para reformular la inmigración ilegal como una responsabilidad regional mientras se enfrenta a ataques políticos de los republicanos por su manejo de la frontera.

Los dos líderes también trabajarán juntos para hacer inversiones en infraestructura en la frontera e interrumpir el contrabando de drogas, dijo Biden.

La reunión en la Casa Blanca se produce un mes después de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se saltara la Cumbre de las Américas organizada por Estados Unidos en Los Ángeles para protestar por la decisión de Biden de excluir a los gobiernos de izquierda de Cuba, Venezuela y Nicaragua.

“A pesar de los titulares exagerados que a veces vemos, tú y yo tenemos una relación fuerte y productiva”, dijo Biden en comentarios con su homólogo mexicano en la Oficina Oval.