La pandemia por COVID-19 creó una volatilidad desconocida para las operaciones de la cadena de suministro de la mayoría de las industrias en el mundo.

Dos elementos disruptivos que afectaron con mayor fuerza fueron, en primer lugar, la poca predictibilidad en la estructura de la demanda que presentaban los diferentes mercados y, en segundo lugar, los tiempos de entrega (lead times) interrumpidos por eventos colaterales como el cierre de países (lock downs) y el desequilibrio en el flujo de contenedores. 

Otras situaciones como la guerra entre Ucrania y Rusia abonaron a recrudecer esta problemática e incluso en el incremento en los costos logísticos.

A poco más de 2 años en que las empresas han tenido que aprender a sobrellevar estas situaciones, una tendencia que ha mitigado estos efectos negativos es la incorporación de la Inteligencia Artificial (IA) en las actividades de cadena de suministro.