Aunque tradicionalmente la selección de un vehículo para transporte de carga se da con base en las características físicas de las unidades, pocas empresas se dedican a observar su operación, tipo de carga y ruta, para adquirir sus unidades; esto es importante pues debido a esta elección la seguridad vial en las carreteras se ve comprometida, de acuerdo con Salvador Saavedra, vicepresidente de la Rama 105 de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA).

“Es muy diferente si se va a circular en sencillo o en doble semirremolque, usualmente se tiene la idea de que en el doble se requiere para trasladar más peso que en sencillo y no es necesariamente cierto, hay quien transita en sencillo con mucho peso o quien transporta volumen, pero sin tanto peso. 

“La decisión de adquirir un vehículo doble o sencillo se tiene que basar en 2 factores principalmente: energía eléctrica y aire (que son las 2 cosas que consumen principalmente los vehículos), tomando esto en cuenta las unidades deben ser capaces de enviar suficiente energía eléctrica y aire para poder funcionar”, anotó.

Lo siguiente a tomar en cuenta son las asistencias al conductor y un aspecto que pocas veces se considera son las pendientes ascendentes y descendientes que tiene la ruta, así como la potencia, transmisión, paso diferencial y la necesidad de un freno libre de fricción, compartió Saavedra Cevallos. “Se tiene que tomar en cuenta que el vehículo va a bajar (en una pendiente) y que se requiere un freno libre de fricción para hacerlo, de lo contrario los operadores van a usar sus frenos de servicio, que por la exigencia se van a calentar y es cuando se piensa que los frenos fallan” y ocurren accidentes en las carreteras.