Las grandes ciudades en el mundo como Tokio, París, Nueva York y por supuesto la Ciudad de México, tienen algo en común, ¿sabes qué es? La contaminación, que afecta a la salud de todo el cuerpo, en especial a la piel, que también es una preocupación en términos de belleza.

Tan sólo en 2015, de acuerdo con Google Trends, se realizaron más de 400.000 búsquedas relacionadas con la “contaminación de la piel” pero ¿De dónde procede esa contaminación y qué puede hacerse para proteger a la piel de su daño?

La contaminación atmosférica es lo que más daña a nuestra piel ya que es una de las principales causas del envejecimiento prematuro. Existen dos contaminantes: el ozono superficial (O3) y el PM 2.5 (material particulado), ambos causan la aparición de radicales libres en el cuerpo y reducen los niveles de colágeno en la piel, sin embargo, las partículas PM2.5 son la mayor amenaza, por su tamaño que es 20 veces más pequeño que el de los poros de las personas permitiéndoles penetrar la piel con facilidad provocando líneas de expresión y arrugas.

En los últimos cinco años, los niveles de contaminación atmosférica han aumentado a escala global en un 8 por ciento, lo que significa que estamos constantemente expuestas a ella en toda ocasión.

La “adicción” a la tecnología también está contribuyendo, de acuerdo con un informe reciente, más de la mitad de la población mundial tiene acceso a Internet. Cada vez se tiene mayor dependencia a la tecnología (la mayoría de la gente echa un vistazo a sus teléfonos móviles unas 150 veces al día) lo que está provocado la aparición de una “contaminación digital” y la exposición de la piel a la nociva luz azul de los dispositivos.

Si tu piel no está protegida con los productos adecuados, la luz azul, al igual que la contaminación atmosférica por PM 2.5, puede penetrar bajo la piel y hacer que los niveles de colágeno y elasticidad desciendan rápidamente.

¿Cómo proteger tu piel? Antes que nada es importante una buena alimentación, comer productos ricos en antioxidantes como los pimientos, los arándanos o las uvas, al igual que la vitamina C ingerida o usada en productos cosméticos.

La genética juega también un papel muy importante, pero sino tienes un cutis “todo terreno”, puedes usar productos que protejan diariamente tu piel como la línea de Skin Oxygen de Biotherm que cuentan entre sus ingredientes con Chlorella, un alga que elimina las toxinas de la piel y favorece que ésta pueda respirar de nuevo, además mejora la defensa celular de la piel en un 142%.

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