El Nuevo Instrumento de Inversión / Columna de Julio Pilotzi

Por medio de estos esfuerzos, se tangibiliza una oportunidad para los mexicanos de invertir en más de 200 empresas a tiempo real en la Bolsa de Nueva York, por medio de la compra de partes de acciones o acciones completas de empresas multinacionales como Tesla, Amazon, Zoom, Snapchat, Netflix, Spotify, Disney, Shopify, entre otras

La inversión, lo que parecía ser un ejercicio únicamente disponible para gente de nivel adquisitivo alto, comúnmente relacionada con el segmento de negocios y empresarial, ahora está al alcance de todos y cada uno de nosotros que tenemos acceso a un smartphone. Resulta que la industria emergente fintech robustece su propuesta de valor y fortalece su presencia en el mercado como centro de servicios financieros para millones de personas, ya que por medio de nuevas plataformas y productos intuitivos, brindan un mayor acceso e impulsan la inclusión financiera en millones de personas. 

Apenas ayer, Flink, fintech mexicana fundada y liderada por el veracruzano Sergio Jiménez, lanzó su modelo de inversión en el que, a partir de 30 pesos mexicanos, el usuario podrá acceder al mercado de valores y comprar fracciones de acciones. La iniciativa que comenzó a desarrollarse en enero de 2020 ha generado una alta expectativa entre los usuarios de tecnologías financieras, registrando, hasta el momento, un total de 550 mil usuarios en la lista de espera. 

Por medio de estos esfuerzos, se tangibiliza una oportunidad para los mexicanos de invertir en más de 200 empresas a tiempo real en la Bolsa de Nueva York, por medio de la compra de partes de acciones o acciones completas de empresas multinacionales como Tesla, Amazon, Zoom, Snapchat, Netflix, Spotify, Disney, Shopify, entre otras. Así es como se vuelve real el proceso de democratización de herramientas financieras por medio de la tecnología e innovación, que tienen como prioridad poner al cliente o usuario como eje central de las soluciones, que van desde ahorro automático, presupuestos, pago de servicios, transferencias y división de gastos.

Resucitar a Santa Anna

Silenciosamente en México avanza una Reforma Fiscal, ¿por qué le digo esto?, porque minuciosamente se han ido gravando ciertos productos y servicios en el país, cómo los recientes a las plataformas digitales, que si bien, son parte del 2019, hoy se tiene el deseo de grabar más sectores y servicios. Por supuesto qué hay unos a los que no todos gustan, ni gustarán los que pueden venir como, descarga o acceso a contenido multimedia; Intermediación entre terceros oferentes de bienes o servicios y los demandantes de los mismos; clubs de citas, aplicaciones de citas, enseñanza a distancia o páginas de test. La aspiración por supuesto mayor recaudación de impuestos para los proyectos y proyecto de nación de la Cuarta Transformación. Pero ¿por qué no entrarle de una vez a una verdadera Reforma Fiscal?, ¿por qué no discutir a fondo de una vez por todas gravar de manera gradual alimentos y medicinas?, sabemos que no será popular para el gobierno en turnos pero le daría una enorme cantidad de recursos del orden de 253 mil millones de pesos, claro dejando cuna canasta de básicos de estos sectores. No se merecería gravar más aún la trufa negra, que disfrutan muchos “Bon vivant”. O mejor aún avanzar hacia un análisis del negocio ambulante, donde también hay grandes recursos cautivos, y por ahí analizar incentivos a estados y municipios, para que recauden impuestos, otro llamado a pasto fiscal sobre esta índole.

Obviamente el tema coyuntural tal vez no deje avanzar en ciertos temas, porque a ningún partido político le gustaría asumir el desprecio popular, pero debe quedar claro el comentario sobre gravar la enseñanza a distancia, ya que contraviene a la ley que exenta al pago de colegiaturas, donde justamente en letra chiquita se incluye cursos a distancia. Los asesores deben dejarle claramente al titular de Hacienda, Arturo Herrera, que es posible y que no dentro lo políticamente correcto. La aspiración de más recursos en un contexto de coronavirus, con pronósticos económicos devastadores, sin incentivos fiscales para absolutamente nadie, lastimaría por supuesto más a los que no tienen, porque quien hoy usa un medio electrónico para un producto o servio no significa que pertenezca a la clase media, médica alta o a los llamados “fifís”, lo que quiere decir esto, es que la dinámica de la economía global o educativa, nos ha llevado a tener necesidades que solo por eso medio se pueden obtener. Así que valdría la pena una revisión a fondo de lo que se desea para gravar ahora bienes intangibles como los de la economía digital. Se habla de un mecanismo claro, justo y transparente para realizar esta tarea. Ese, ese por supuesto es el deseo, para no terminar de gravar y resucitar impuestos con los que soñó, e hizo realidad Santa Anna cuando, cuando se pagó por puertas y balcones o ventanas exteriores de las haciendas, y más aún cuando una casa construida con piedra, ladrillo o adobe fuera de las garitas de las ciudades, villas y pueblos, ya sea en sitio próximo a éstos o en despoblado, pagaron un real por cada puerta y ventana.

Regresa Danesa 33

Luego de un largo litigio de 7 años entre Nestlé y Grupo Helados Vida que preside Mauricio Nájera, es lo que permitido a la mexicana le ganar la marca Danesa 33, y a partir de ahí hacer el proyecto de regreso al mercado valuado en ocho mil millones de pesos anuales en nuestro país. Desean tener un 1.5 a 2 por ciento del mercado una vez que entremos levanten sus cortinas. Las nostalgia por sus heladerías los hará consolidar pronto su proyecto con ambiente retro de los 80, iniciando en México, Guadalajara, Monterrey. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró la caducidad de marca de Danesa 33 a Nestlé y Herdez, ahora en los próximos días la certificación la tendrá que otorgar el Instituto Mexicano de la Propiedad Intelectual (IMPI).

Voz en Off

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de 2 mil empleos y la inversión de más de 600 millones de dólares en una primera etapa. El punto fundamental, es la garantía de la inversión, el Estado de Derecho que hoy más que nunca requieren quienes le entran a este negocio…

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