Durante la semana pasada, los temores de que las negociaciones comerciales entre EUA y China no avanzan, la especulación en torno a los futuros pasos de la FED y el inicio de la temporada de reportes corporativos correspondientes al segundo trimestre del año, fueron los principales elementos detrás del comportamiento de los mercados financieros globales. Localmente, lo más destacable fue la presentación del Plan de Negocios de Pemex.
De nueva cuenta, regresó el temor de que las negociaciones entre China y EUA no vayan por buen camino. El presidente Trump advirtió que el acuerdo aún tardará largo tiempo en llegar y amenazó de nuevo con imponer aranceles a otros 325 mil millones de productos chinos. Por su parte, Pekín ha adoptado una línea más dura, con la incorporación de un nuevo miembro del Gobierno a las negociaciones: el ministro de comercio, Zhong Shan, quien es visto por muchos funcionarios en Washington como una persona de línea dura.
Gran parte de este estancamiento se explica porque la administración de Trump sigue sin determinar cómo abordar las demandas chinas, sobre todo las relacionadas con aliviar las restricciones sobre la empresa Huawei. Lo anterior ha frenado un poco las esperanzas de una resolución bilateral en el corto plazo.
Por otro lado, los mercados financieros se siguen moviendo en línea con las especulaciones sobre lo que hará la FED en su reunión de finales de mes. Para el inversionista, es un hecho que el banco central recortará tasas de interés, y sus dudas radican en si será por 25 0 50 puntos base. Estas apuestas dependen de las cifras económicas en EUA (este viernes se da un indicador clave, el PIB del segundo trimestres).
En este sentido, los datos publicados en la semana pasada mostraron que la economía estadounidense se mantiene fuerte. Las favorables cifras de la industria manufacturera, ventas al menudeo, indicadores regionales de percepción, se unieron a otros indicadores positivos de junio como el mercado laboral y los precios al consumidor, que muestran resiliencia de la economía a pesar de los múltiples riesgos, sobre todo el impacto negativo del conflicto comercial con China.
No consideramos que esta mejora económica implicará una baja en las apuestas de que la FED recorte tasas en el encuentro del 31 de julio, pero si ayuda a contener la especulación de que los recortes podrían ser de mayor magnitud. Al mismo tiempo, dos influyentes funcionarios de la FED (John Williams y Richard Clarida) profundizaron su argumento de actuar rápidamente (bajar tasas de interés) para respaldar la economía de Estados Unidos, reviviendo apuestas de que el banco central podría decidir un recorte de tasas más intenso que el esperado a finales de mes.
Por otro lado, otro indicador de la salud de la economía de EUA lo podemos ver en los resultados de las empresas que cotizan en el S&P 500. La temporada de reportes corporativos del segundo trimestre inició desde la semana pasada, y la expectativa era de débiles crecimiento en los ingresos y utilidades. Por lo pronto los reportes han superado expectativas (70 empresas de 500 han reportado y más de 60% de ellas han dado mejores resultados a los esperados.
En México, finalmente se presentó el tan esperado Plan de Negocios de Pemex. El Plan se sustenta básicamente en reducir la carga fiscal de la empresa durante tres años, inyectar recursos financieros por parte del gobierno federal y la concentración de la producción de crudo en aguas someras.
A grandes rasgos consideramos que el Plan no alivia del todo las preocupaciones existentes sobre las finanzas de la empresa y los mercados financieros reaccionaron con escepticismo. Nuestra percepción es que este plan está fundamentado en supuestos demasiados optimistas (producción y precios de energéticos), no atiende de manera adecuada a la problemática financiera y estratégica de la empresa (requerimientos de compromisos de pagos de deuda cercanos a 30 mil millones de dólares en los próximos tres años); cerca de la mitad de la inyección de recursos financieros por parte del Gobierno Federal está destinada a inversiones con un rendimiento que parece marginal y con probables beneficios a largo plazo (refinería de Dos Bocas), y no en actividades de exploración y producción de crudo; no deja margen para la apertura a la inversión privada a través de las farmouts (en los primeros tres años) y sólo para contratos de servicios que en el pasado han demostrado su escasa utilidad; y lo más relevante, es que existen fuertes preocupaciones del impacto que tendrá el plan sobre las finanzas públicas, lo que podría comprometer la meta de superávit primario y poner en riesgo también la calificación crediticia. Sobre este último punto, el gobierno federal anticipa que un mejor combate a la evasión fiscal le dará los fondos suficientes a los que se comprometió para aportar a la petrolera, estrategia que genera dudas.
La primera reacción de las agencias calificadoras (HR Ratings, Moodys y S&P) al Plan de Negocios de Pemex ha sido a que se esperarán a ver los primeros avances del Plan antes de decidir posibles ajustes a la calificación de Pemex y de México. Esto, a pesar de que consideran que los recursos financieros que se inyectarán probablemente sean insuficientes y que las metas son muy optimistas. Con ello, la calificación de la deuda puede que no sufra cambios a la baja por lo menos durante lo que resta del 2019. Esto no quiere decir que no puedan hacer ajustes en el futuro, pero el tono de los comentarios expresados (hasta ahora) implica que van a dar un tiempo prudente para valorar los resultados del Plan.
En este sentido, la atención de las agencias se enfocará ahora en septiembre a la presentación del Paquete Económico y presupuesto para el 2020, para analizar posibles repercusiones del Plan en las metas de las finanzas públicas (superávit primario y deuda como % del PIB) y a las cifras mensuales de producción de petróleo para ver si se logra revertir la tendencia a la baja de los últimos años (la meta es alcanzar 1.707 millones de barriles para cierre del año). Si no se rompe el proceso de consolidación fiscal del país y se revierte la baja de la producción de crudo, Pemex y México ganarán más tiempo con las agencias calificadoras sin sufrir modificaciones.
A pesar de lo anterior, la probabilidad de reducción de la calificación todavía es alta para los próximos años, ya que luce complicado que Pemex cumpla con sus objetivos. Sin embargo, existen elementos para pensar que en el corto plazo puedan lograr algunos resultados positivos y en el mediano plazo puedan modificar ciertos elementos del Plan, como la posibilidad de aceptar mayores inversiones privadas (sin descartar farmouts).
El peso mexicano se mantiene fuerte y el escepticismo que generó el Plan de Pemex tuvo un impacto limitado. Hasta el momento, el comportamiento de la moneda sigue siendo principalmente explicado por la expectativa de recortes de tasas de interés de la Reserva Federal (FED) de EUA.
Principales referencias económicas y eventos de la semana
Esta semana, las principales referencias económicas para los mercados financieros serán la cifra del segundo trimestre del PIB de EUA, la reunión del Banco Central Europeo, el nombramiento del nuevo primer ministro de Reino Unido y los reportes corporativos trimestrales.
Adicionalmente, en EUA se espera la publicación del dato de junio: índice de actividad nacional de la FED de Chicago, ventas de casas usadas y nuevas y órdenes de bienes duraderos; de julio: el índice manufacturero de la FED de Richmond; así como el cambio en inventarios de petróleo.
En Europa, se conocerá la confianza del consumidor, PMI manufacturero, de servicios y compuesto de julio. En Alemania, el índice de clima de negocios medido por el grupo IFO de julio.
En México, habrá dato de inflación de la primera quincena de julio, ventas al menudeo e IGAE de mayo, y balanza comercial de junio.
Expectativa para el Tipo de cambio
Como ha venido sucediendo en las últimas semanas, el peso mexicano estará muy dependiente de las expectativas de recorte de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal. En este sentido cobra fuerza la cifra del crecimiento económico estadounidense del segundo trimestre, no porque vaya a cambiar la perspectiva de recortes de tasas, sino porque si se ubica por debajo de lo pronosticado, acrecentará la especulación de que el recorte de tasas podría ser de mayor intensidad (hasta 50 puntos base). Además, los inversionistas seguirán atentos a noticias sobre el tema de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que ha generado una pérdida en el ritmo del crecimiento mundial y la disminución de la confianza de las empresas estadounidenses justo en momentos que presentan sus resultados trimestrales. En Europa, regresarán las preocupaciones en torno a un Brexit duro, una vez que muy probablemente se confirme la nominación de Boris Johnson como nuevo primer ministro del Reino Unido. Localmente, podría haber declaraciones adicionales como respuesta del Plan de Negocios de Pemex. Con ello, durante la semana la moneda mexicana podría fluctuar entre los $18.80 y $19.30 spot.
Expectativa para las Tasas de interés
En el mercado primario, la tasa de Cetes a 28 días podría registrar una baja o mantenerse sin cambios; por su parte, el rendimiento para los bonos de 10 años en el mercado secundario, podría moverse entre 7.45% – 7.62%.